No, no evitarás que quiera largarme cuanto antes,
si cada vez que me quiero ocultar tú me conviertes en gigante.
Me has llevado por corrientes de agua que van a tus redes,
y tus ojos son dos prismas devolviendo la oscuridad.
No pretendas defenderte, te diré que no, no me convences.
Me quiero evaporar entre la gente.
No lo vas a negar, algunas bases no resisten.
Y un pulgar puede asfixiar, y a quien madruga Dios no existe.
Ya puedes preguntar, preguntar por ahí o a los tuyos,
si una gota colma el vaso, otras veces ya es el mar... y es el mar esta vez.
¿Lo entiendes?
¿No ves que ya no me convences? me quiero evaporar entre la gente.
Un día me iré, me iré de verdad, no sé si me ves del todo capaz
de cambiar de nombre y edad, y si me encuentras decirte:
"¿de quién me estás hablando?"
No, no, no lo haré jamás, me falta valor o fuerza vital.
¿De qué me sirve salir de esta inmensa ciudad
si de quien pretendo huir seguirá dentro de mí?
Si puedo escapar, es con la mente...